La higiene dental implica el cuidado de dientes, encías, lengua y toda la cavidad bucal, en general. Se encuentra dentro de la odontología preventiva y es esencial para la salud general de las personas.

 

¿En qué consiste la higiene bucodental?

 

Tal y como precisa la Organización Mundial de la Salud: “Un diente enfermo amenaza a todo el organismo”. Para mantener una adecuada higiene bucodental nos apoyaremos en seis pilares básicos:

  • Realizar una revisión e higiene dental completa, al menos, una vez al año.
  • Llevar a cabo una limpieza dental adecuada.
  • Renovar el cepillo de dientes regularmente.
  • Completar la higiene bucodental con una limpieza interdental y el uso de colutorios.
  • Seguir una dieta sana y equilibrada, que favorezca el mantenimiento del pH bucal, y reducir el consumo de alimentos que propicien la aparición de caries.
  • Eliminar o evitar hábitos tóxicos, como consumir drogas (tabaco, albohol u otras drogas).

 

Enfermedades asociadas a una mala higiene dental

 

La principal vía de entrada a nuestro organismo es la boca. Las bacterias que entran por ella acceden fácilmente al torrente sanguíneo y provocan infecciones e inflamaciones allí donde se asientan. Las consecuencias directas de no practicar una correcta higiene dental, son:

  • Caries: suponen la destrucción de la estructura dentaria. Se originan por los ácidos que generan las bacterias bucales y afectan al esmalte de nuestros dientes, dando como resultado pequeños agujeros. La caries comienza siendo una mancha blanca o marrón en la superficie del diente, posteriormente atraviesa la capa superficial del esmalte duro y de allí viaja a los tejidos blandos, destruyéndolos a gran velocidad.
  • Sarro: acumulación de depósitos minerales dentro de la placa bacteriana (colonias de bacterias adheridas al diente), que intensifican las manchas y producen decoloración y enfermedades bucodentales. Su activador principal es la saliva y presenta dos tipos: supragingival (en la superficie visible de dientes y encías; de color blanco-amarillento), subgingival (en la zona inferior de las encías; de color marrón-oscuro o verdoso).
  • Gingivitis: causada por la acumulación de sarro. Supone la hinchazón, sangrado e irritación de la parte de las encías que rodea los dientes.
  • Periodontitis: la gingivitis persistente propicia la creación de bolsas, entre encías y dientes, llenas de placa, sarro y bacterias, que conducen a la pérdida de hueso, raíz y diente, a la sobrecarga del sistema inmunitario y a múltiples enfermedades.
  • Halitosis: mal aliento, fruto de la acumulación y descomposición de bacterias en la boca y la superficie de la lengua.

Adicionalmente, algunos de los problemas de salud general derivados de una mala higiene dental son:

  • Enfermedades cardíacas. La misma placa bacteriana que origina la periodontitis se acumulará en las arterias, endureciéndolas, o en el revestimiento del corazón, dando lugar a arteriosclerosis, hipertensión, accidentes cerebrovasculares o endocarditis.
  • Trastornos mentales. La propagación de las bacterias de la boca a los canales nerviosos y al cerebro, causan inflamación y daños cerebrales que pueden resultar en demencia o alzhéimer.
  • Infecciones respiratorias. Las bacterias de dientes y encías infectadas pueden respirarse en los pulmones, infectando las vías respiratorias y provocando neumonía, bronquitis aguda o EPOC.
  • Desarrollar o agravar la diabetes. La periodontitis aumenta y desestabiliza nuestros niveles de azúcar en sangre.
  • Complicaciones en el embarazo. La gingivitis y la periodontitis pueden llevar al embarazo prematuro, bajo peso del bebé al nacer y problemas serios de salud para madre e hijo.
  • Disfunción eréctil e infertilidad. La periodontitis puede bloquear el flujo de sangre a los genitales.
  • Cáncer bucal, de garganta, de riñón, de páncreas o de sangre.
  • Enfermedad renal crónica. Las enfermedades de encías debilitan el sistema inmunológico, haciéndonos más propensos a las infecciones.
  • Agravar los problemas bucodentales de la artritis reumatoide.

Así pues, una higiene bucodental inadecuada origina enfermedades muy graves para nuestra salud. En este aspecto, el farmacéutico es el profesional sanitario más próximo a los ciudadanos y, por ende, su función es crucial para concienciar sobre la importancia de practicar una correcta higiene bucodental. Pregunta al farmacéutico/a por los productos de higiene dental más adecuados para tu caso particular.

 

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