La artrosis es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a aquellas de edad avanzada. También se conoce como osteoartritis y se caracteriza por el desgaste del cartílago que cubre los extremos de los huesos en las articulaciones, lo que provoca dolor, rigidez y dificultad para moverse. Aunque la artrosis no se puede curar por completo, te contamos diversas formas de tratamiento que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
¿Qué puede causar la artrosis?
Una de las principales causas de la artrosis es la edad. A medida que envejecemos, nuestro cartílago se va desgastando gradualmente debido al uso constante y a la degeneración natural. Sin embargo, también existen otros factores que pueden contribuir al desarrollo de la artrosis, como la obesidad, la falta de actividad física, las lesiones y ciertas enfermedades como la artritis reumatoide.
¿Qué partes del cuerpo suelen verse afectadas?
La artrosis es una enfermedad que puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, pero es más común en las rodillas, las caderas, las manos y la columna vertebral. Los síntomas incluyen dolor en las articulaciones, rigidez, hinchazón, crujidos y dificultad para moverse. Estos síntomas pueden empeorar con el tiempo y afectar la capacidad del paciente para realizar actividades cotidianas.
¿Cómo podemos tratar o aliviar los síntomas?
Aunque no existe una cura para la artrosis, existen varias formas de tratamiento que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Una de las opciones de tratamiento más comunes es el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), que pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones. También se pueden utilizar analgésicos y cremas tópicas para aliviar el dolor.
Además de los medicamentos, también existen diversas terapias y tratamientos alternativos que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la artrosis. La fisioterapia puede ayudar a mejorar la flexibilidad y el rango de movimiento de las articulaciones afectadas, mientras que la terapia ocupacional puede ayudar a los pacientes a adaptarse a su entorno y a aprender técnicas para realizar tareas cotidianas con menos dolor y esfuerzo.
La acupuntura, la quiropráctica y la terapia de masaje también son opciones de tratamiento alternativas que pueden ayudar a aliviar el dolor y la rigidez en las articulaciones. Sin embargo, es importante recordar que estas terapias no son adecuadas para todos los pacientes y que es necesario consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier tratamiento alternativo.
¿Qué más podemos hacer?
Además de los tratamientos médicos y terapéuticos, existen algunas medidas que los pacientes pueden tomar para prevenir la progresión de la artrosis y mejorar su calidad de vida.
La actividad física regular puede ayudar a fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad de las articulaciones afectadas. También es importante mantener un peso saludable y evitar el exceso de estrés en las articulaciones.